miércoles, 16 de octubre de 2013

¿Orgullo y Asco?

Ya es costumbre para mí que nadie comprenda los nombres que le pongo a las cosas. Así que esta vez me tocará explicar el por qué de Orgullo y Asco.
Un nombre raro para una maqueta, y más para el estilo al que pertenece, pero para hacer lo típico me dedico a otra cosa.

Hace ya tiempo que mi mente vive en conflicto debido al pensamiento fraccionado, dos potencias enfrentadas, R y K, pero qué puedo contar que no haya contado ya. Y siempre ha sido así, las emociones y el razonamiento, la formalidad y el descontrol, El Renegado y El Karnicero. Orgullo y asco.
Tengo desde entonces con la mala costumbre de dividir todo en dos partes, ambas indivisibles pero repulsoras. Otro choque radical, otra necesidad más de explicar qué cojones me pasa en la cabeza sin conseguirlo.

ORGULLO: un hombre lucha, persigue, se cansa, se levanta y sigue luchando. Despierta el genio y hace su arte. Admira su obra y ¿qué siente? Orgullo, el sucedáneo de vanidad y egocentrismo que nos permite pensar que existe una razón para seguir adelante, para mejorar. Es el resultado inevitable de las ganas de vivir que todos sienten en algún momento de su vida.

ASCO: la obra se revela contra el artista, toma el control de su cuerpo y lo destruye, lo golpea, lo hace sangrar. Y ante ese cuerpo magullado, el artista sigue en pie para hacer más arte que lo destruya. Y no es arcilla, pintura o piedra con lo que el artista trabajará a partir de ahora, sino con cristal, apuñalando su propia imagen al verse reflejado. El asco que es capaz de sentir alguien hacia sí mismo y mantener, de alguna manera, el ánimo para no quitarse de en medio y completar su arte.

¿Qué es Orgullo y Asco? La batalla final que ha de definir si merece la pena ser artista.



No hay comentarios:

Publicar un comentario