Hoy ha sucedido algo que ha estremecido al mundo. A las 14.46 hora local (las 6.46 en la Península), un terremoto de fuerza 9 en la escala de Richter ha sacudido Japón. El epicentro de este seísmo estuvo en el Océano Pacífico a una profundidad de 10 km, y aunque este país está bien preparado para terremotos, este no ha sido un seísmo cualquiera. Como es un país muy propenso a movimientos sísmicos, los cimientos están construidos con composites (materiales mixtos con diversas propiedades) y amortiguadores; además, a los ciudadanos se les educa para saber responder ante estas catástrofes.
Tras el movimiento de tierras, un horrible tsunami ha arrasado la isla, aplastando edificios, coches y hasta barcos. Las víctimas mortales se estiman en unos 300, hallados a lo largo de las playas de este país. Las autoridades japonesas se han visto obligadas a declarar el estado de "emergencia nuclear". Ahora allí es de noche, y el Caos gobierna a la población.
Esta ha sido una brutal catástrofe de la que, conociendo el potencial del país nipón, pronto se solventará. Todo mi apoyo a los japoneses.
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