miércoles, 11 de mayo de 2011

Máscaras

La palabra persona procede del término griego prósopon, que eran las máscaras que llevaban los actores en las obras clásicas. Con ellas representaban a otro personaje, un ser humano que tiene una forma de ser diferente de la que representa.


Cada día te cruzas con cientos de personas a las que les sucede un hecho singular: visten con máscaras. Aparentan ser de una u otra manera, se comporta de determinado modo delante de la gente... pero en la intimidad revelan su verdadero yo.

Es culpa de los prejuicios, de esa sensación de qué dirán que mina nuestra personalidad y condiciona nuestros actos. ¿Quién no conoce a la típica joven que responde a todo con mal gesto, palabras inadecuadas y con desprecio? Quizás su mal genio trate de maquillar una espina clavada, un dolor de tiempo atrás, y prefiere fruncir el ceño antes de que sus recuerdos la hagan llorar delante de todos... ¿Y ese joven que siempre sonríe, siempre tiene buenas palabras, aparentemente optimista, incapaz de hacer daño a nadie? Esconde a alguien que algun día dejará de sonreir, que devolverá todo el mal que se le hizo, y no descansará.


La más peligrosa de las ilusiones, que puede hacer que el más cercano de nuestros amigos sea quizás una fachada pintada sobre un muro condenado a demolición. Cortemos gomas, eliminemos el maquillaje, desvanezcamos las ilusiones...


2 comentarios:

  1. Que gran verdad. Yo creo, que de los ejemplos que has citado, me identifico mucho con el segundo.

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  2. Es cierto.
    a decir verdad tambien soy alguien quien posee una mascara muy pesada, pero util...
    se agradece.

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