Una zona donde la luz no llega, donde refugiarse de los crueles rayos del Sol. Una proyección distorsionada de un objeto errante, o quizás una persona, que renuncia a sus perspectiva para convertirse en un dibujo de sí mismo.
Son las sombras las que nos aterran de niños, las que vagan por un cuarto creando ilusiones, haciendo que veamos crituras grotescas. Es entonces cuando el Sol entra por la ventana como un superhéroe enmascarado y los condena a desaparecer.
Es la sombra otra ilusión más, un engaño, una mentira que desbarata nuestro entendimiento. Es falsedad, pero no alberga más culpa que la de la figura que refleja, pues las sombras no reflejan el interior de su emisor. ¿Cómo sería la sombra de Hitler? ¿Y la sombra de Ghandi? Ambas iguales, con forma humana, pero nada diferenciaría los pensamientos de cada uno.
La más oscura y cotidiana de una interminable lista de ilusiones. Un negro yo que nos acompaña allá donde vallamos...
Me gusta, tienes una manera muy buena de describir y mezclarlo con tu vida, aunque eso de un negro yo, no me ha gustado mucho, pero esta muy bien en general tio!!
ResponderEliminarCuidate!!=D